Por Flora la Exploradora.
El mareo, la náusea, la sensación de que el mundo corre muy rápido…
Mucha información que bombardea, escupe a los sentidos y detona mil minúsculos pensamientitos que se reproducen y proliferan cual bacteria en reproducción, tan rápido, un montón de maíz en el microondas explotan… y el mareo
La invasión, y el eje se turban, se vuelve violento, impaciente… el stress, ese invento fugitivo, ese detonante al cual yo llamaría de otro modo…
Las cajoneras gigantes de guardar personas, esas latas gigantes de gente que reacciona a estímulos semejantes, el mundial, el día del padre, el hoy original prefabricado… ese griterío que te sigue haciendo tic tac, que te vuelve a correr, y corre… y no se calla..
Se convierte en búsqueda, en segundo de paz dura, no cabe ni un alfiler en este cerebro, no cabe culpa del multimedio, de la muchedumbre, de esa violencia que te corre y te alcanza y te torna parte de lo mismo…
No te deja ser…
Dos o tres líneas escritas a pulso muestran cómo te corre…
El mareo, la náusea, el eje, el espíritu se toma vacaciones y deja en su lugar una mente saturada enferma, que entiende perfecto cómo funcionan las ciudades
Y que corre...
Te corre
Esa nausea, producto del mareo, esa baba, producto del insomnio, del innatismo, del hip hop, de lo digital, nausea- hipo, mareo...
Los gritos, te corren…
Abrís la puerta y caes en el ring que solo existe para knok out. Hasta mañana, que duermas bien.
Desmayo.
Abrís los ojos, y empezas a correr de nuevo.
1 comentario:
Pautas para el día de hoy: Parar, cruzar la pierna derecha por delante de la otra en caso de ser diestro, o viceversa en caso de ser modelo y tener una mirada de hielo, girar media vuelta, o 180 grados o un pi, o hacer fuerza con el trasero hasta que salga del otro lado, fruncir los ojos, tomar impulso y aire, y salir a correr el mundo.
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