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jueves, 8 de octubre de 2009

El Guardian de las Puertas

Hoy jueves ocho de octubre clavamos un archivo de word del satanico marcos vega.

helo aqui:

Capitulo 1
Su cuerpo se tumbó otra vez sobre el sillón, crujió, lanzo un suspiro.
La tarde asomada a la puerta del pasillo, convertía en éter el aire, dulce, dos veces irrespirable.
Quien iba a creer que todo eso tenía algún motivo. Si tantas veces su cuerpo inmóvil, observaba desde el silencio. Un niño se sentaba delante de él en forma de chinito, sin decir una palabra, justo cuando el viento atravesaba el reloj a mitad del pasillo, y no se detenía, el tiempo tampoco. El hombre nunca hablaba con nadie, ni siquiera con su esposa, a la que amaba, no tanto como a las puertas, pero mucho.
Al pie de un precipicio una mujer 72 años antes daba a luz a un niño, su esposo retaba a duelo a un joven. El niño sietemesino, grito tan fuerte al nacer que 12 aves volaron al mismo tiempo. Su nombre fue Gabriel y su padre brindo 12 noches seguidas, en su honor.
En Rusia la revolución arrojaba a los hijos de nobles al mar, así fue como la familia con su primogénito escapo a América. En buenos aires los recibieron unos amigos erradicados por esfuerzo en el interior del país. El gobierno de Santa Fe había entregado tierras a la familia Beltrán, unos 30 años antes y ellos ávidos emprendedores, fundaron un pueblo llamado cayastá.
Gabriel rápidamente y casi sin demora, comenzó a trabajar la tierra, a la par de sus padres y amigos, sus risos dorados, hacían de él un joven diferente a los demás pero de igual condiciones. Su espíritu fundado en la fantasía lo había hecho soñar con algo lejano pero alcanzable, su casa hecha de tapiá no hizo de él un hombre triste, sino todo lo contrario, un hombre fuerte y cargado de esperanzas.
Debajo de un ombú, a la siesta de algún verano, su padre Igor, relato una historia al niño.
“En un lejano reino hace ciento de años todos los domingos por la tarde, inmensas puertas, cubiertas por las artes folklóricas más sublimes que un alma pueda concebir, se abrían. Todo aquel que llevara un sombrero, sea el color que sea y tenga la forma que tenga, podía entrar al interior del palacio Y disfrutar de una hermosa velada. Pero existía un hombre que todo los domingos le tocaba cuidar las puertas, y él lo hacía con el más dedicado de los cuidados, su deber era cuidar que ninguna de las puertas se golpeara, ya que el mínimo golpe podía destruir a estas. El hombre amaba tanto su trabajo que prefirió abandonar su vida y dedicarse de tiempo completo al cuidado de estas. Un día este murió, con su rostro a los pies, y nadie recordaba su nombre, ni conocía su vida, puesto que no la tenía, así, que fue envuelto en una manta y arrojado a las profundidades del mar a media noche, de un mismo día. Cuentan, que nadie sabía nada de él, porque habitaba en los cielos, entre los ángeles y él, era uno”.
Gabriel abrazo a su padre y salió corriendo en dirección al rio, lloró durante horas junto a la flor de un pasajero camalote, y cuando regresó hablo con su padre, y pidió, con terrible desenfreno, que lo dejara conocer la gran ciudad, prometió, y aquí sí su padre se culpó, impedir que las puertas se cerraran. Y que cumpliría, De lo contrario moriría en el mismo instante.
Capitulo 2
La puerta se abrió a las siete de la mañana, y unos instantes después, una hermosa joven atravesó el corredor, debajo de un enorme sombrero rojo, El sol ilumino sus manos, ella sonrió al joven, Gabriel que llevaba muchos años de profesión, nunca había visto una joven como ella. Él ya no hablaba con nadie, poco a poco se había convertido en un hombre sereno y callado, pero esa vez fue diferente. En ese instante Sintió que desde el suelo, las hojas, que cubrían el árbol otoñal, se despegaban y flotaban muy suaves en el aire, ella se detuvo un segundo frente a él, levanto su rostro, lo observo y continúo en silencio.
Todo se dio naturalmente, meses después, Gabriel se había convertido en un ser afortunado, padre y un dichoso esposo.
El tiempo borro de su rostro la sonrisa, la brisa, pudo él callar las palabras de un hombre feliz. Y así fue como Gabriel terminaba en silencio sus días, observando obsesivamente las puertas, que algún extraño atravesaba sin siquiera saber quien estaba sentado del otro lado, vigilando. Santa fe se convertía en una ciudad y todo cambiaba, ya no hacían falta las personas que cuidaban puertas y él ya casi sin fuerzas para sostenerlas en tardes tempestuosas, quedaba en la calle, sentado, solo y sin aliento, al margen de una plaza, en una tarde soleada, en algún día de la semana. Su esposa lo abrazo y él encorvado, caminó junto a ella durante extensas cuadras.
De ahí en más todo fue en decadencia, pálido, triste, sin perfumes de colores. El niño esa tarde se había demorado. Después de sentarse, Gabriel se pregunto con mucha preocupación dónde estaría el pequeño. Con su mano izquierda apretó sus ojos y creyó que ya era momento para contar la historia, el cansancio lo había envuelto, y sin vacilar se levanto del sillón, y fue en busca de su pequeño hijo. Él, en 72 años, nunca había abandonado una puerta abierta, y el sol siempre atravesaba el día, y el día era para todos. Su cuerpo se despego del sillón, que en su propia casa lo recibía cada mañana, y camino unos pasos en dirección al jardín de alamedas. Como una campanada, que convoca a los fieles a la sagrada reunión, la puerta, golpeo estruendosamente, cerrándose.
Atravesaron su mente, Dos cosas. Nunca le había contado a su hijo la historia, “el guardián del palacio”, y eso, en él, abría la más terrible de las heridas, como su padre, él debía haberlo hecho antes, pero su dedicación de mantener abiertas las puertas a personas ajenas, habían provocado una terrible sordera en su mente, y el tiempo de su hijo, ya había sido.
-Domingo…-fue lo segundo…
Su cuerpo se derrumbo al suelo, casi sin peso. Y sin remedio, junto a su rostro, una pluma de sus alas, reposó. Su perfume dejo en el aire un reflejo azul.


A mi viejo, “el guardián de las puertas”.

16 comentarios:

Anónimo dijo...

Bienvenido mijo, aqui no hay puertas que se cierren para nadie, tan solo ventanas de luz. buenísima la historia, siempre me gustó no entender nada hasta el final que se que me va a hacer explotar el culo del gusto.

Bruno dijo...

Lindo MArcos. Abrió la polémica en el chat esta noche este cuento! Consejo: para ateos no es! jaja Saludosssss

el más groso, alias Ferrari dijo...

ah! dp les enseño a que aparezca el nombre en vez de "Anónimo" jajaja

Anónimo dijo...

Hay que ser bueno no boludo

Anónimo dijo...

marcos qui{en es "uno"?. parece una invitacion a disfrutar de la anelada libert{ad para que la tarde se asome ahunque este la puerta cerrada

Anónimo dijo...

No caze una loco,que se hace el artista el otro cabeza. jajaaj naaa, una maza vega,segui abriendo tu cabeza y experimentando con las letras.

Guason Villero.

Anónimo dijo...

pista 1..."y él era uno"..."gabriel".
pista 2 (uno de tres).
pista 3 ¿quien vigila las puertas del edén, para que no entren los hijos de adán y eva?.
pista 4 pd: soy ateo.

me parece que con tantas pistas es suficiente. saludos y dejen en los comentarios sus respuestas de la identidad del personaje.saludos

Anónimo dijo...

Debe ser dios loco,sino es el Dios que creo todo el universo y todas las plantitas y animalitos entonces el otro D10S, el que ayer se tiro de un panzazo limpio en el campo del Monumental,a causa del tanto convertido por Martin "yo nomas hago ese goles del ojete con el que naci" Palermo.

Guason Villero.

cabezas leer dijo...

Dejen de joder con el Anónimo! Acá abajo donde les pide el código, dice "elegir una identidad", click donde dice Nombre/URL y abajo escriban el nombre solamente.

Daniiiiiiiiiiiiii dijo...

Entre tantas idas y vueltas y cosas y sucesos de la vida, recien hoy lei el relato tuyo marcos. Y al disfrutar de esas letras que me sumieron por una cadena de instantes en otro mundo supe que no me equivoque cuando te dije: "Vos tendrias que dedicarte a escribir", me felicito por no haber fallado en la percepcion.

Marcos dijo...

acá cierro mi cuento...

gabriel era un angel...
uno de los tres enviados por dios, uno de los guardianes de las puertas del edén.

el numero 12: es uno de los números mas importantes de la biblia,no hace falta que mencione la ultima cena y otros sucesos relacionados. de ahí su relación con el mundo cristiano.

pd: la única persona que pudo resolver con éxito la incógnita fue Rosario...(esto ya escapa al poder de la religión e imaginación). saludos y gracias por haberme dejado participar, nos vemos próximamente.

Anónimo dijo...

amigos "El Exeso exacto" y "exCesoexacto" ( ¿lo hicieron a propòsito o solamente fue una falla literaria pasada por alto? )

El Exeso Exacto dijo...

no necesitas saber eso.. buscale la vuelta que quieras, nosotros flasheamos en todas las esquinas al darle la vuelta a esta manzana podrida. saludos pequeño/a saltamontes

chuiiiiiiii dijo...

amigos "El Exeso exacto" y "exCesoexacto" ( ¿lo hicieron a propòsito o solamente fue una falla literaria pasada por alto? )

El Exeso Exacto dijo...

chuiiiiii, te acabo de responder arriba, copy -> paste:
" no necesitas saber eso.. buscale la vuelta que quieras, nosotros flasheamos en todas las esquinas al darle la vuelta a esta manzana podrida. saludos pequeña saltamontes."
PD:todo esto es una falla literaria.

Domino dijo...

interesante falla, a ver cuando van a poner mas variedad, por cierto marcos me encanto!