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martes, 13 de octubre de 2009

Regreso al hogar

Por Bruno Ferrari

Llega a su casa. Al atravesar el marco de la puerta de entrada, respira profundamente. Está sudado de pies a cabeza. Se quita el sobretodo. En la calle no hacía mucho frío. Sólo lo usaba por conveniencia, por cuestiones de imagen.
Intenta dejar las llaves en la mesa del living, pero no logra coordinar el movimiento y las llaves terminan en el piso. Luego de hacer esto, siente como una especie de mareo y apoya su brazo en la pared para no perder el equilibrio. Tiene sed. Se dirige a la cocina y abre la heladera. Saca una botella de agua mineral de 1.5 lt que estaba llena y toma de la misma. Deja de tomar y la vuelve a guardar en la heladera con 1 lt menos. Le dan ganas de vomitar. Se ubica enfrente del lavabo para prevenir el vómito. Las arcadas aparecen pero nada más. Se recompone y decide ir al baño.
Se estaba orinando. Al llegar al baño se pone frente al inodoro y saca su miembro con la mano izquierda y lo sostiene mientras orina. La mano derecha la apoya en la pared. De ella, caen gotas de sangre que terminan dentro del inodoro. Algunas terminan cayendo en el borde, y él siente el ruido del impacto como un recuerdo profundo y doloroso. Siente el ruido de la sangre como tambores en los oídos. No escucha ningún otro sonido. Sólo el de la sangre en forma de tambores que lo vuelve loco. Se asusta. Se mira las manos y se asusta aún más. Decide mojarse la cara compulsivamente en la pileta, abre la canilla y lo hace. Mira sus manos y respira profundo. No era su sangre, si no la de alguien más. Él ya lo sabe, sólo hacía falta que su mente lo asimilara. Se refriega los ojos y se moja la cabeza. Se mira al espejo y queda en un estado de animación suspendida. Su mente divaga en recuerdos. Algunas lágrimas brotan de sus ojos. Tiene la necesidad de romper todo lo que encuentre en su camino. Vuelve a mirarse al espejo con desprecio. Se detesta. Se aborrece. Siente de nuevo un mareo. Se lava las manos y la cara de nuevo y sale del baño urgente. Se sentía agobiado.
Decide irse a la pieza y sentarse en una silla cercana a la cama. Apoya los codos sobre los muslos y se dedica a mirar algún punto en la pared donde ubicar sus pensamientos. De repente suena su teléfono en el living. Se apura en ir a buscarlo y atender.
- ¿Lo hiciste? - dice una voz al otro lado del tubo.
- Sí - responde él secamente.
- Eh! - exclama la voz. Pero qué te ocurre? Si no es tu primero.
- Pero es mi segundo.
- Exacto! Dicen que con el primero uno se pone mal, tiene nauseas, no lo puede superar. Pero vos lo hiciste. Y ahora se vendrá el tercero…
- Claro, ese es el tema. No sé si habrá un tercero.
- ¿Por qué?
- Porque con éste también me puse mal de nuevo. No puede pasarme lo mismo dos veces. Se ve que no tengo temple para esto.
- ¿De veras crees eso?
- Por el momento, no le encuentro otra explicación.
- Está bien. Pero yo solo te voy a preguntar esto: vos sabés que se paga lindo por esta profesión no?
- Sí.
- Bueno. Al principio vos sabías que no iba a ser fácil. Yo te di todas las recomendaciones, todas las precauciones que te podían pasar sin ningún interés si no porque parecías una persona motivada cuando llegaste conmigo por primera vez. Así que ahora que ya estás adentro lo vas a tener que aceptar. Si no podés, esta será la última vez que hablemos, y las cuentas, la hipoteca, todo lo que ya has comprado con el adelanto que te he dado, lo deberás devolver o empezar a estudiar para ir a la universidad y poder trabajar en una profesión que te pague de igual monto que ésta. Si decides seguir adentro, terminemos este llamado, ve a comer algo, mira la tele, y me llamas para que te otorgue otro encargo. Yo soy un tipo que perdona, pero que no le gusta que lo traten de tonto. Y basta de darte consejos, porque no soy tu puto psicólogo. Decidilo esta noche y házmelo saber.

Se escucha un corte repentino en el teléfono. Él queda reflexionando por lo que acaba de escuchar. Decide ir a la cocina y abre de nuevo la heladera. Encuentra dos milanesas ya cocinadas y una botella grande de cerveza. Agradece que ese día, antes de irse, haya cocinado esas milanesas. Se busca un plato, un vaso y un juego de cubiertos, los deja arriba de la mesa, saca las milanesas y la cerveza de la heladera y se pone a comer. Agarra el control remoto y prende la televisión. Sintoniza una película ya empezada que parece ser una comedia de los años 80 al estilo de “Despedida de soltero”. Termina de comer y continúa mirando la película. Le agrada la película, se divierte con las escenas que representan situaciones cotidianas hechas un chiste. Comienza a darse cuenta que, en realidad, cualquier cosa podría hacerlo reír o llorar, con tal de salir de ese estado deprimente. Concluye sus ideas diciendo hacia sí mismo que la película en realidad es mala y decide cambiar de canal. Dedica una media hora a mirar un documental sobre cómo se aparean las tortugas. Comienza a desviar su atención hacia el teléfono. Comienza a sentir que todo lo malo que le corrió por la espina de pies a cabeza, se ha esfumado. Siente que se ha recompuesto y puede seguir adelante con su vida. Borrón y cuenta nueva. A guardar los recuerdos en un baúl y no sacarlos hasta que no sea pertinente. Ante alguna emergencia y ante cualquier necesidad de volver a recordar, buscar los recuerdos en ese lugar. No cerrar con candado porque el baúl va a estar abriéndose y cerrándose con cierta continuidad ya que habrá nuevos recuerdos que volverán a ser guardados.
Al tener las cosas más en claro, respira profundo y decide ir a buscar el teléfono. Comienza a marcar un número. Está listo para volver a hablar.

11 comentarios:

Danniela. dijo...

Creo que habia llegado tu hora Bru,mas alla de la historia que me reimitio a la indecision y comodidad humana -aunque ese no haya sido tu objetivo-,me asombra la prolijidad de la estructura,guardaste el contenido, pesado, grave, importante y decisivo en un lindo cofre.

El Exeso Exacto dijo...

"Dedica una media hora a mirar un documental sobre cómo se aparean las tortugas. " esto significa q estaba drogado.. nadie mira un documental sobre tortugas.. o sea q todo lo q hizo despues fue por culpa de los estupefacientes

El Exeso Exacto dijo...

a ver si nos entendemos putos reaccionarios, la idea del anonimato es para nutrir este mondongo con ideas y comentarios y no con prejuicios u otras coasas que no se me ocurren ahora, la idea es que nos pongamos todos en el mismo lugar a la hora de opinar, asi que hagan lo que quieran y sigan poniendo sus putos nombres de mierda.
con afecto, uno de los que hace esta pagina de mierda , en un mal día.

El Exeso Exacto dijo...

haa me olvidaba... Muy bueno el texto, literatura doméstica que te vuela la peluca y cambia la cara que ponias al saludar al vecino. bienvenido gerente de mis esternoclaidomastoideos

Bruno dijo...

Sugerencias: leer algún texto de Bukowski, Bolaño, Carver. Escrito en una etapa muy influenciada por semejantes escritores.

Anónimo dijo...

Hasta el llamado telefónico hice unas 29 hipótesis de lo que estaba sucediendo sin tragar una bocanada de café en mi boca. Creo que es una historia que podría seguir siendo tejida, me convencí de esta idea cuando la sangre no era de el, o crearas un inicio ya que me intriga como desembocó a eso. De más está por decir que macanudo el relato
bruno.

Anónimo dijo...

heeeee intrigante. me hace acordar a el cuento que me mostraste del cowboy despiadado de la poronga gorda.... finales inciertos.

Anónimo dijo...

Para mi el man era un pedofilo por encargo,de ahi la sangre que tiene en la mano y las ganas de mear que le agarran,pero es solo mi cabeza enferma que funciona asi y piensa esas deformidades.Linda escritura man y si tus influencias son esas,dale para adelante ahasta desarrolar un estilo propio.

Guason Villero.

Jam dijo...

Tan siniestro como si lo hubieras vivido realmente.

LILU dijo...

BE CONTINUED...


(el deseo de parte del lector ante tan emocionante historia)

Bruno dijo...

La historia va a continuar en otro cuento. Difícil modificar lo ya escrito. Porque si lo piensan bien, miles de cosas se le pueden agregar, hasta se podrían hacer 500 hojas más, e incluso una novela sobre las peripecias de este personaje. Pero bueno, por ahora es solo eso, un cuento o relato corto. Ya veremos qué surge de todo esto. Gracias al Exceso Exacto por la subida del cuento y que sean millones!