No sabemos como llegaste aquí, ni lo que estas buscando, pero esto es con lo que te vas a encontrar

martes, 30 de noviembre de 2010

Trueque de pasajes.

Por Juan Carlos Carroña.

Capítulo 1


Trueque de pasajes.





 Alguna hora de la siesta… El sol la encontraba sin problemas, no existían escondites para ella. La veía debajo de los árboles, de techitos y garitas de colectivo. A través de las nubes le apuntaba con los ojos cerrados, siempre preciso, siempre eficaz, el mas rápido de la vía láctea… Los impactos entraban y salían a la velocidad de la luz sin tocarle órganos vitales, sólo sentía el ardor, y a su panza pesada luego del almuerzo ambulante… Algún pedito quizás cada dos cuadras reafirmaba la gaseosa Light en exceso, ella imaginaba por instantes la carrera en onda verde sobre la avenida vertebral bajo sus ropas sueltas, seguramente la flatulencia luego se elevaría hasta la estratosfera pues ningún gas podría sobrevivir en su forma estable al cruzar una de esas calles al rojo vivo…


 Sentía que los cordones eran cuarzos gigantes y la ciudad una gran estufa que debía atravesar sin quedarse pegada…


 Justamente, estaba bajando un cordón cuando por alguna extraña razón física que tiene que ver con la cinética, su camisa quedó quieta mientras el cuerpo descendió hasta tocar las axilas con los pliegues de las mangas, contagiándolas de un sudor inédito para ella… Decidió sacársela; llevaba un strapless, la dobló de manera antiarrugas y así la llevó, contenta y a cocoyito sobre su hombro.


 Continuó pisando sombras en el camino y saltando manguereadas de patios y cocheras que vomitaban por debajo de los portones del barrio adormecido… Sentía tanta sed en la boca que al ver el agua corriendo por la vereda, tan cristalina, tan transparente que se apreciaba el suelo detrás de ella… Sólo cemento, cemento y agua potable recién manguereada. Tomó un poco con las mano pero no se animó a beberla, luego de una mueca sólo se mojó la cara con fuerza < Si me viera mi madre, pensó >;. La mejoría fue sustancial y el problema ahora se transformó en secarse el rostro sin usar la camisa que cuidadosamente había sido doblada en forma rectangular y colocada debajo del cinto para que no cayese al agua instantes atrás… Sin muchas vueltas, aprovechó la propiedad absorbente de sus manos y cíclicamente la parte interna de sus bolsillos de jeam, el calor y su hija la evaporación se encargarían de los detalles menores.


 Encendió un pucho para olvidar el calor que cruzaba la calle < Reflexionó que lo mismo hacía en crudo invierno con la ilusión de que la ceniza le transmitiera alguna caloría, dejó de pensar para no sacar conclusiones, hablo de las conclusiones que sacaría su madre acerca del daño que hace fumar>.


 Según sus cálculos finalmente estaba llegando, es increíble lo que te puede costar llegar a este lugar, una página es un regalo…




Capítulo 2


Letargo cruel.





 Se trataba de una casa, claro, otra de las caras del inquilino, era como un boomerang que sostenía toda la esquina. Larga, quebrada a la mitad, pero muy fina, nunca podría pensarse en cuestiones de fondo en esa casa, se trataba de puro frente, toda la obra a la vista, honestidad y sinceridad si querés. Las dos caras con su respectiva puerta, la primera brillante a esta hora, con su pequeño timbre a la altura de un mendigo mayor, o dos niños muy habilidosos, un techito pequeño también como para ayudar a las cejas al salir de repente y dos planteras muy grandes con abandono y pasto. Del otro lado la otra mejilla… El cordón estaba pintado de un amarillo anorexia por lo que ningún vehículo se le animaba al borde de la infracción, los pasto conquistaban las baldosas flojas < Hijas de puta en días de lluvia ! > y desprevenidas que adornaban los pies de un portón sin mucho chiste y definitivamente sin mucho uso... Rojo, a ella le encantaba el rojo, llevaba una tanga a tono...

 La casa dual no respondía, el timbre no se escuchó!. El calor elevó sus puños hasta que estallaron los nudillos en medio de la puertecita, el techito le devolvía la puteada como eco, las lágrimas le nacían en la nuca y mojaban sus ojos de sudor mientras trataba de deducir y conectar los puntos del vidrio esmerilado hasta formar la figura que se mecía detrás, se acercaba, se definía como contorno humano, un contorno obeso, petiso, que rengueaba pausadamente escribiendo un “;” con los pies… Ella decidió borrar las líneas de sudor que sobresalían de su cara hervida y colorearla con una sonrisa… No sirvió de mucho, la empleada doméstica de contorno dilatado le ofreció el baño inmediatamente luego del saludo.


 Canilla, Agua fría, trago largo, muy largo, boca extasiada… Canilla, agua fría, mano caliente, agua templada, cara hirviendo, agua caliente, pileta; Mas agua fría, mano templada, cara hirviendo, agua caliente, pileta, agua fría cara hirviendo pileta, agua fría cara hirviendo, agua fría cara hervida, cara hervida, agua fría, agua fría… cara a baño maría pero relajada, espejo, camisa salpicada, falda salpicada pero relajada, espejo, estirar pelitos, prensar con colita, espejo, perfil derecho, espejo, perfil izquierdo, hufffffff !!


 A través de la ventana del baño se escuchaba a la señora golpeando hoyas contra la rejilla de la cocina, seguramente el fuego estaba quemando algo, pobre, no le gustaría estar en su lugar < Razonó >, sentía una leve pena por la comida quemada luego de lo que había sentido en el camino se compadecía con ella… Pasó el letargo y comenzó a ubicarse, estaba debajo y sobre los vapores rociados por el desodorante que custodia al inodoro, inodoro que despedía partículas invisibles que alguna ves fueron parte del contorno de esa gorda mujer, fueron parte de esa cacerola violentada y ahora son parte de la repugnancia/adrenalítica que la despide fuera del baño apresuradamente y la obliga a cerrar la puerta aguantando la respiración. < Ella comienza a pensar que quizás el timbre funcione bien y que el problema esté en el intestino de la señora >.


 De la cocina viene el recuerdo al almuerzo ambulante < incompleto por cierto >, y una voz que le pide se ponga cómoda, y algo de beber…





Capítulo 3


Trilogía sobre trípode.



 Agradeció a dios el vaso con hielo antes que a nadie… Lo bebió en el mismo movimiento que la depositaba en el sillón de espera…

 Mientras se secaba el bigote helado con la mano apareció un anciano por la pieza contigua, con él un enjambre de olor a viejo mezclado con hospital que le zumbaba en las fosas nasales, < Te estuve esperando Lucía, dijo el hombre de años cumplidos > se paró para saludarlo y en el movimiento le echó un ojo al cuarto del señor… Bibliotecas sostenían el techo, un tocadiscos acariciaba los relieves de un tango con el que los recuerdos bailaban colgados de las paredes empapeladas… No tardó en invitarla a pasar…

 Ella lo sentía familiar, el viejo le latía al padre, al abuelo que no llegó a conocer… Lo observaba mientras se desplazaba con la ayuda de su bastón, punta de marfil, mango de metal, mano arrugada, pies se arrastraban…
 Escuchaba los 3 pasitos a la vez, el hombre estaba sostenido por 3 piernas, "seguro" sobre su trípode de carne.

Imaginaba los kilómetros y los kilos a los que estaba pegado ese marfil blanco, impune y gastado…

Imaginaba que ese bastón no era ni más ni menos que la pierna en el culo con la que tanto soñó, la seguridad que anhelaba desde pequeña,  la cola que se cobró la evolución, el caer del subi-baja del cielo sobre un pan de azúcar gigante con olor a papá y garrapiñadas mezcladas con helado y muñecas en navidad…

Imaginaba al viejo sostenido por una vida de conjeturas que saciaban su alma terrenal, con 3 piernas que formaban una pirámide de existencialismo indestructible, una pirámide que sostenía en lo mas alto de su humanidad a este ser en descomposición como ofrenda…

Imaginaba las charlas, el silencio, la juventud que había dejado atrás, los valores en jaque-mate entre las torres de alta tensión y las antenas de celulares, la paranoia que no transpiraba el hombre, lo repetitivamente insostenible que seria vivir tantos años…

Imaginaba muchas cosas hasta que vio la foto de su madre embarazada, distinguida en la mesita de luz…

Calores, sudores, temblores, asfixias, dolores, escalofríos, cegueras, desmayos, descomposturas y pánicos se entremezclaron con sus células mientras tomaba asiento de frente a la revelación…



Al verle la cara el viejo comenzó a reírse a carcajadas, ella sentía que no era su primera vez…



Trueque de pasajes.

Por Juan Carlos Carroña.

Capítulo 1

Trueque de pasajes.




 Alguna hora de la siesta… El sol la encontraba sin problemas, no existían escondites para ella. La veía debajo de los árboles, de techitos y garitas de colectivo. A través de las nubes le apuntaba con los ojos cerrados, siempre preciso, siempre eficaz, el mas rápido de la vía láctea… Los impactos entraban y salían a la velocidad de la luz sin tocarle órganos vitales, sólo sentía el ardor, y a su panza pesada luego del almuerzo ambulante… Algún pedito quizás cada dos cuadras reafirmaba la gaseosa Light en exceso, ella imaginaba por instantes la carrera en onda verde sobre la avenida vertebral bajo sus ropas sueltas, seguramente la flatulencia luego se elevaría hasta la estratosfera pues ningún gas podría sobrevivir en su forma estable al cruzar una de esas calles al rojo vivo…



 Sentía que los cordones eran cuarzos gigantes y la ciudad una gran estufa que debía atravesar sin quedarse pegada…



 Justamente, estaba bajando un cordón cuando por alguna extraña razón física que tiene que ver con la cinética, su camisa quedó quieta mientras el cuerpo descendió hasta tocar las axilas con los pliegues de las mangas, contagiándolas de un sudor inédito para ella… Decidió sacársela; llevaba un strapless, la dobló de manera antiarrugas y así la llevó, contenta y a cocoyito sobre su hombro.



 Continuó pisando sombras en el camino y saltando manguereadas de patios y cocheras que vomitaban por debajo de los portones del barrio adormecido… Sentía tanta sed en la boca que al ver el agua corriendo por la vereda, tan cristalina, tan transparente que se apreciaba el suelo detrás de ella… Sólo cemento, cemento y agua potable recién manguereada. Tomó un poco con las mano pero no se animó a beberla, luego de una mueca sólo se mojó la cara con fuerza . La mejoría fue sustancial y el problema ahora se transformó en secarse el rostro sin usar la camisa que cuidadosamente había sido doblada en forma rectangular y colocada debajo del cinto para que no cayese al agua instantes atrás… Sin muchas vueltas, aprovechó la propiedad absorbente de sus manos y cíclicamente la parte interna de sus bolsillos de jeam, el calor y su hija la evaporación se encargarían de los detalles menores.



 Encendió un pucho para olvidar el calor que cruzaba la calle .



 Según sus cálculos finalmente estaba llegando, es increíble lo que te puede costar llegar a este lugar, una página es un regalo…





Capítulo 2




Letargo cruel.




 Se trataba de una casa, claro, otra de las caras del inquilino, era como un boomerang que sostenía toda la esquina. Larga, quebrada a la mitad, pero muy fina, nunca podría pensarse en cuestiones de fondo en esa casa, se trataba de puro frente, toda la obra a la vista, honestidad y sinceridad si querés. Las dos caras con su respectiva puerta, la primera brillante a esta hora, con su pequeño timbre a la altura de un mendigo mayor, o dos niños muy habilidosos, un techito pequeño también como para ayudar a las cejas al salir de repente y dos planteras muy grandes con abandono y pasto. Del otro lado la otra mejilla… El cordón estaba pintado de un amarillo anorexia por lo que ningún vehículo se le animaba al borde de la infracción, los pasto conquistaban las baldosas flojas (Hijas de puta en días de lluvia ! ) y desprevenidas que adornaban los pies de un portón sin mucho chiste y definitivamente sin mucho uso... Rojo, a ella le encantaba el rojo, llevaba una tanga a tono...


 La casa dual no respondía, el timbre no se escuchó!. El calor elevó sus puños hasta que estallaron los nudillos en medio de la puertecita, el techito le devolvía la puteada como eco, las lágrimas le nacían en la nuca y mojaban sus ojos de sudor mientras trataba de deducir y conectar los puntos del vidrio esmerilado hasta formar la figura que se mecía detrás, se acercaba, se definía como contorno humano, un contorno obeso, petiso, que rengueaba pausadamente escribiendo un “;” con los pies… Ella decidió borrar las líneas de sudor que sobresalían de su cara hervida y colorearla con una sonrisa… No sirvió de mucho, la empleada doméstica de contorno dilatado le ofreció el baño inmediatamente luego del saludo.



 Canilla, Agua fría, trago largo, muy largo, boca extasiada… Canilla, agua fría, mano caliente, agua templada, cara hirviendo, agua caliente, pileta; Mas agua fría, mano templada, cara hirviendo, agua caliente, pileta, agua fría cara hirviendo pileta, agua fría cara hirviendo, agua fría cara hervida, cara hervida, agua fría, agua fría… cara a baño maría pero relajada, espejo, camisa salpicada, falda salpicada pero relajada, espejo, estirar pelitos, prensar con colita, espejo, perfil derecho, espejo, perfil izquierdo, hufffffff !!



 A través de la ventana del baño se escuchaba a la señora golpeando hoyas contra la rejilla de la cocina, seguramente el fuego estaba quemando algo, pobre, no le gustaría estar en su lugar , sentía una leve pena por la comida quemada luego de lo que había sentido en el camino se compadecía con ella… Pasó el letargo y comenzó a ubicarse, estaba debajo y sobre los vapores rociados por el desodorante que custodia al inodoro, inodoro que despedía partículas invisibles que alguna ves fueron parte del contorno de esa gorda mujer, fueron parte de esa cacerola violentada y ahora son parte de la repugnancia/adrenalítica que la despide fuera del baño apresuradamente y la obliga a cerrar la puerta aguantando la respiración.  Ella comienza a pensar que quizás el timbre funcione bien y que el problema esté en el intestino de la señora.



 De la cocina viene el recuerdo al almuerzo ambulante ,incompleto por cierto, y una voz que le pide se ponga cómoda, y algo de beber…






Capítulo 3




Trilogía sobre trípode.




 Agradeció a dios el vaso con hielo antes que a nadie… Lo bebió en el mismo movimiento que la depositaba en el sillón de espera…

 Mientras se secaba el bigote helado con la mano apareció un anciano por la pieza contigua, con él un enjambre de olor a viejo mezclado con hospital que le zumbaba en las fosas nasales, se paró para saludarlo y en el movimiento le echó un ojo al cuarto del señor… Bibliotecas sostenían el techo, un tocadiscos acariciaba los relieves de un tango con el que los recuerdos bailaban colgados de las paredes empapeladas… No tardó en invitarla a pasar…

 Ella lo sentía familiar, el viejo le latía al padre, al abuelo que no llegó a conocer… Lo observaba mientras se desplazaba con la ayuda de su bastón, punta de marfil, mango de metal, mano arrugada, pies se arrastraban…
 Escuchaba los 3 pasitos a la vez, el hombre estaba sostenido por 3 piernas, "seguro" sobre su trípode de carne.

Imaginaba los kilómetros y los kilos a los que estaba pegado ese marfil blanco, impune y gastado…

Imaginaba que ese bastón no era ni más ni menos que la pierna en el culo con la que tanto soñó, la seguridad que anhelaba desde pequeña,  la cola que se cobró la evolución, el caer del subi-baja del cielo sobre un pan de azúcar gigante con olor a papá y garrapiñadas mezcladas con helado y muñecas en navidad…

Imaginaba al viejo sostenido por una vida de conjeturas que saciaban su alma terrenal, con 3 piernas que formaban una pirámide de existencialismo indestructible, una pirámide que sostenía en lo mas alto de su humanidad a este ser en descomposición como ofrenda…

Imaginaba las charlas, el silencio, la juventud que había dejado atrás, los valores en jaque-mate entre las torres de alta tensión y las antenas de celulares, la paranoia que no transpiraba el hombre, lo repetitivamente insostenible que seria vivir tantos años…

Imaginaba muchas cosas hasta que vio la foto de su madre embarazada, distinguida en la mesita de luz…

Calores, sudores, temblores, asfixias, dolores, escalofríos, cegueras, desmayos, descomposturas y pánicos se entremezclaron con sus células mientras tomaba asiento de frente a la revelación…





Al verle la cara el viejo comenzó a reírse a carcajadas, ella sentía que no era su primera vez…




lunes, 8 de noviembre de 2010





 Olvidé me cago en pachamama,
y ella me da un arbol 
mcep y ella me da una flor,
mcep pero no hay rencor,
mcep pero nunca he de c sin contemplar su esplendor.
 Quizas en mi esté la magia de la  percepción.
 Cómo no arrodillarme ante tal creación
si de mi mas triste desperdicio un hermoso aroma 
que a pinceladas ciertas mi paisaje pintó,
a tan solo un suspiro pachamama me regaló.

Por NN

El Pasillo.

Por Juan Carlos Carroña.



 
 El portero había repasado en lavandina el pasillo, no era caminar y llegar, ni transitorio el momento… Se trataba, mas bien, de una pequeña aventura el atravesar ese corredor, levitando de alergia al remedio higiénico y clorado...  

 Había amanecido en un día “extraño”, raro, misterioso, singular, sorprendente... vieron!, que los humanos agarramos siempre las cosas y las tratamos de meter en algún nombre, en alguna definición que nos suene familiar o por lo menos sirva para transportar esa cosa hasta encontrar otra "bolsa" mas fuerte, con otro título adherido al sentido... viste? si no agarramos letras y las acomodamos en palabras, nos la pasamos agrupando sentimientos y sensaciones para explicarlos de alguna forma, contarlos en algún idioma o sentirlos en alguna otra persona para que sean de verdad...

Que tontos somos...


 En esencia, el día era algo “extraño”, por así decirlo; No me cabía en ningún registro de acontecimientos normales de un día, no parecía ni lunes ni martes ni miércoles ni jueves ni domingo ni viernes, y ahí estaba yo:
 Caminando por el pasillo de paredes color crema rancia y vapores antibacterianos que se expandían hasta ocupar todo el volumen de mi caja toráxica… Preguntándome, recursando los recuerdos de una mañana inentendible, inexplicable e "inagrupable"...  Tocando el timbre de lo que creía, era el departamento de alguien que suponía, iba a estar esperándome…


... De todas formas no estaba preocupado, cualquier cosa que sucediese solo se amoldaría al día sin más condecoraciones dentro de la bolsa arpillera que entendemos por “extraño”...


 Que iluso...


 La puerta se abrió, saludé de reflejo con un beso -mis pensamientos inútiles siempre se acumulan de tal forma en estos momentos de tensión que estallan dejando al descubierto el piloto automático de pibe de barrio que me vendieron en la adolescencia y así sigue la nave...
  Ya saludado, sentado y consultado sobre qué beber conseguí relajar y meterme en el caparazón de nuevo; Ahora si los eventos llegaban a mí con un nivel de pureza mayor, los sentidos agudos y ya empezaba a escuchar los ruidos  como a los de las películas que me enseñaron que en la vida hay ruidos, y que en las orejas hay peajes… Ya empezaba a sentir también un olor a concha penetrante como el pasillo... pero no feo, ojo!, algo así como enzimático, diría dulce si no fuera que estoy comiendo un caramelo el cual está presentando una carta-documento en la sección lengua alegando que dulce pertenece a otro gremio, haciendo su descargo enojadísimo por la comparación y el tiempo perdido en la cola… en fin, el olor rápidamente se hizo parte de la casa, como el gato y la TV colgada en esos fierros negros arriba de la puerta del baño... es una muy mala idea ponerla ahí.  (Nota: A la tele.)


 Parpadeen, pausa, yo hice lo mismo, y ahí nomas comenzó la entrevista, el pibe de barrio apareció con su capa por la ventana y ahí va la nave ahí va
 Cogimos con normalidad, sin sobresaltos ni desencuentros y ya enmascarados y satisfechos me preguntó : ¿Para vos qué es estar loco?...
 Por un momento quedé tildado pues no sabia si responder que es una enfermedad, una consecuencia del agrupamiento explicativo que hacemos los humanos, una medida alternativa a una pena privativa de la libertad o si solo es un síntoma mas de la vida... como el miedo epidémico que está empezando a contagiar todo mi cuerpo en el final de este día “       ”.


 Pero entonces, mientras meditaba, comencé a verla extremadamente atenta, cercándose en la vigilia de mi respuesta, disponiendo de todo su ser, no solo las orejas y una porción abundante de cerebro…
 Ahí entendí que eso no era una pregunta -Mis ojos se abrieron -, ERA UN PASILLO, otro pasillo mas, una consigna… Tenia su olor, su puerta, su botón; Traté de despegarme de todo para explicarle exactamente qué es la locura, dejar de lado mi nombre, al pibe de barrio, mis escuelas y mis historias, mi cara y mis verdades de plastilina… Caminé hasta el final de ese corredor dejando las ropas de humano hasta llegar al timbre donde supuestamente me estaba esperando a mi mismo... y así fué. La puerta se abrió, saludé de reflejo... como yo soy mellizo encontrarme con un tipo igual a mi no me impresionó demasiado así que me senté, no parpadié, y comenzó mí entrevista... El miedo no se hizo esperar, cuanto mas buscaba dentro mío mas profunda la inexistencia, eterna si querés, mas peligroso el saber y mas "necesario" también, al contrario de las palabras que abandoné en el pasillo junto con mis ropas, como a los pañales en su momento…



El letargo fue rigor...

 
Parpadee, yo lo hice antes de explicarle todo a ella... Su mirada era de respeto total, vulnerable a la revelación, perfecta, mis ojos no olvidaban ni un signo de admiración.. Quise explicarle todo junto, tomarla en mis brazos y meterme adentro suyo para mostrarle las habitaciones, hacerle el amor con la rodilla y cortarle las piernas para que vea que no son importantes, que caminar solo la aferraba al mismo lugar… Quise mostrarle el mundo que no reflejaba el espejo de su sonrisa, que el tiempo no importa, que el lugar tampoco, porque la inteligencia era el cuerpo y no esa bolsa de carne y huesos que la mantiene a la altura de la cabeza… Ella solo asimilaba, tenia los ojos conectados en mí, entonces se los saqué para que pueda verlo, fue hermoso, nos abrazamos lo mas fuerte que pudimos mientras cubríamos el último vestigio del día con las sábanas blancas que nos absorbieron en cada gota... 

Estábamos al fin solos… Lejos, atrás... Los olores, los barrios y cualquier pasillo que vayamos a tomar…

domingo, 24 de octubre de 2010

Color Pastel y Negro.



 Sin más, comenzamos a dibujar una pared con los ojos; los hombros, los brazos, las manos, los dedos y finalmente… El lápiz.
 

 Concentrados en desgastar el revoque con grafito HB, rascamos con uñas negras el muro maquillado en látex hasta que las formas se hicieron lugar entre cuadros
 y roperos…
 



  Algunos tenían ojos para mirar, otros piel para rozar y algunos pocos incompletos para ser.
   

Entumecidos cerebros disfrutaban y sufrían con cada trazo, pliegue y grieta de la superficie a la que salíamos a respirar bocanadas de carbón tan puro como la inspiración que traicionamos al derrumbarnos con el lápiz que ahora rueda por el suelo mientras los besos no tienen lenguas ni labios, sino mas bien babas y peras… y hombro y pelos y dientes y manos y uñas, tenciones de breteles y senos, botones, pulmones, colchones cuadros roperos espaldas tatuajes colores olores y más baba que ahora dibujamos sin los ojos porque ya no existe ninguna pared, solo la mirada firme y efímera del grafito que se nos desmorona encima y se nos une.







jueves, 14 de octubre de 2010

Preguntas...

Por Flora la Exploradora.



 Buscamos, todo el tiempo, es decir, siempre esperamos encontrar, no nos importa que, queremos sorprendernos.

 No importa donde lo seguimos buscando, en la niñez creemos que crecer es la respuesta, y años después se transforma en extraño vacío, siempre latente en el estómago, una especie de nostalgia, de angustia, de pregunta sin responder


 Y a veces estamos más seguros que otras de que queremos respuestas, y la calma se torna monótona y seguro esa tranquilidad no es la respuesta; así que seguimos perturbándonos.


 Y seguimos buscando


 La claridad, respuestas que perseguimos y al obtenerlas no estamos seguros de su segura exactitud.


 Nos llenamos de satisfacciones, pero el sensor sensible, líquido de nuestro centro se conmueve ante pequeños estímulos para retornar a las eternas preguntas que nunca están del todo formuladas.


 Contemplamos todo lo todo que estuvo antes que nosotros, creyendo, quizás en las certezas del pasado, quizás no estaban tan alejados de las preguntas, pero con seguridad también habían nacido con ese vacío en las entrañas, con ese cosmos adentro, el que no sabe de qué polvo cósmico se habrá iniciado y que aún guarda la esperanza de que realmente exista una misión…


 Y la pregunta de la misión es quizás también debida a un miedo que no deja ser al humano, porque no sabe si es correcta su existencia, si deberá rendir cuentas en algún momento. Porque no se atreve (quizás por su naturaleza etnocentrista disfrazada por costumbres a lo largo de siglos) a ser solo un engranaje en la maquina universal, peor aún, el humano actual no concibe dignidad en ser menos que un engranaje.


 Y al mirar ese océano infinito de puntitos en un gran signo de interrogación que es el resto, el todo, el universo, sentimos los interrogantes tironeando umbilicalmente, desde adentro una implosión lenta, esa angustia, vida en muerte, muerte en vida, eterna pregunta que quizás afloje las rodillas.


 Y seguimos buscando en todos lados un pedacito de contestación certera: en lo verde, en el agua, en el vino, la música, la palabra ,los ojos, las almas, el viento la tierra, la madre, el hermano…


Y  son todos a veces sinónimos, pero los ruidos no te dejan escucharlos...

lunes, 27 de septiembre de 2010

The Gelatina Mexicana experience.

Por Gelatina Mexicana.


"Como bien sabes, no podría contarte todo porque tendría que dejar de vivir, pero todo lo que no te cuento está en los espacios y silencios; de ellos está hecho todo aquello que no he puesto en palabras ni pondré, y que compone el misterio de la vida que intuyes".



 Vivir es ensuciarse las manos, implica someterse en cierta medida a las reglas del juego injusto y jugar, hacerse parte de él, sacrificar un pedazo de alma sana para pagar la renta y comer, volverse astuto y ponerse colmillos falsos, venderse, herirse. ¿Cuál es la máxima cantidad posible de resistencia que podemos conservar? ¿Hasta dónde puede llegar nuestra oposición? ¿En qué momento aceptamos someternos o ceder un poco?.



 Nos gustan aquellos otros que parecen escupir en sus frases todas las certezas, sentimos una atracción inmediata por aquellos que parecen saber algo que ignoramos y parecen saber a dónde van y parecen sostener firmes algunas respuestas. Sólo apariencias y performance. Nos adherimos un rato a su ruta trazada, y pensamos que nos gusta, creemos que nos hace sentir bien, nos da la seguridad que creíamos necesitar. Nos da miedo aceptar que vivimos en el mundo de la posibilidad y que todo es un juego basado en la creatividad, la confianza, y los sentimientos, nos da miedo tener en nuestras manos el poder de inventar, sentimos que es demasiado y nos sobrepasa, que no podemos ser tan grandes, que debe existir un dios sobre todas las cosas, porque al ver nuestras manos parecen tan frágiles. Que grande fue nuestra mente como para inventar un dios, que capaces seríamos si no le cediéramos nuestra capacidad de actuar. El poder implica responsabilidad, delegar el poder es también eximirnos de la responsabilidad, huimos de la responsabilidad, y entonces ¿cómo explico que buscamos el poder? Buscamos un falso poder, uno ficcional, aquél que no implica responsabilidad. Buscamos simular, aparentar, en realidad no dejamos de jugar, seguimos con esa inmadurez de mierda. Jugar a poder, jugar a mandar, jugar a dar órdenes, jugar a dirigir, jugar a que sabemos hacia dónde ir, sin saber nada más que jugar. No, esto necesita dar más vueltas en la cabeza.







 Tantas ideas corrieron dentro de mí sin dejar rastro. Busco en medio de esta telaraña de hipocresía en la que estoy enredada, trato de encontrar uno profundo, de entre todos los huecos de hilo pegajoso que llenan el espacio, pero sólo se alcanzan a ver unos metros y después todo se vuelve de colores blancos y grises, es un ambiente denso y asfixiante, penetra las articulaciones provocando rechinidos en cada movimiento de huesos, tal y como un insecto-almuerzo.   El segundo dengue no me deja dormir, me recorre las venas raspándolas por dentro con fuerza como un rastrillo que ara la tierra, me pregunto con un poco de miedo si logrará romper alguna. Me desacostumbré de escribirte, de nuevo pierdo las palabras antes de apretar las letras. Escalofríos, cansancio, es un síndrome de abstinencia causado por ella misma, por el vacío y por el asco del vacío y por la quietud que grita desesperada y harta de sí. Se va la luz y el chuveiro que funciona con ella queda como un adorno, baño frío dentro del baño oscuro, no hay nadie en la casa (me gustaría poder decir eso), del otro lado de la puerta se oyen las vocecitas de niñas que recuerdan su antiguo miedo a la oscuridad, corren juntas hacia uno de los cuartos, silencio. Baño frío dentro del baño oscuro, pero antes termino de cortarme el cabello a puro tacto, ni que necesitara el espejo para algo. Acabo de bañarme y regresa la luz, a tiempo para que salga unos segundos el chorro de agua caliente.




 Todo puede gustarles, sus ansias no se sacian nunca, salivarían para siempre si fueran inmortales. Algún día después de disolver el sobre de gelatina en el agua burbujeante la mirada entrará en las sintonías centellantes de una luz que atardece y arde anaranjada entre mis pestañas cada cien días, el posillo tocará el piso lentamente porque las caídas son lentas bajo esta iluminación cálida, el piso se cubre de un líquido morado reflector de brillos amarillos, lentamente, muy lentamente, hasta tocar sutilmente la planta de uno de tus pies. Desaparece la cocina y evito entrar en paisajes, las gotitas de sentimientos a veces tienen la misma potencia que las de LSD. La música pisotea las palabras mientras el ambiente pierde su vibración poderosa y va quedándose dormido con los sonidos que nacen entre la tarde y la noche.


 




 Se trata de un bloqueo completo en el que falta hasta el aire, comienzo a pensar sin palabras como hace tiempo, con las manos atadas y las ideas empanizadas e indistinguibles unas de otras. Anti expresión, inacción, condena del que se vuelve espectador de lo insoportable mientras tiene la boca vendada. Un poco nuestro presente. Hasta hace unos días se trataba de una lucha interior que se disputaban la vida y la muerte contenidas en la misma proporción dentro de mí. Era lenta y silenciosa y se llevaba a cabo escondida del mundo de los saludos sonrientes pero siempre estaba presente. Un momento de distracción y avanzaba un paso, yo intentaba impedirlo tardíamente pero el avance mortífero sólo generaba desesperación y una que otra lágrima de impotencia, me mantenía inmóvil, atenta, intentando no perder un segundo pero consciente de lo imposible que resultaba la tarea. Afirmación /negación. Comienza el mito, el cuento, la sublimación de la experiencia y la búsqueda del velo onírico. En el origen de todas las cosas cuerpo y alma eran una sola entidad brillante que flotaba y sentía y significaba al unísono. Un día los defectos del mundo o el mundo de los defectos en el que vivía comenzó inevitablemente a atacarla. Para no morir se vio obligada a perder su perfección, violenta y dolorosamente fue desgarrada y una parte quedó envolviendo a otra, deforme, visible, burda. Esta parte quedó expuesta y vulnerable a la agresión cotidiana, se detenía temblorosa, se esforzaba para soportar el clima impiadoso. Así, obligada a sobreponerse, se acostumbró a ser violentada, herida, golpeada, protegiendo un interior incapaz de soportar esas sensaciones mundanas, se convirtió en la parte dada en sacrificio, sacrificada para preservar los últimos resquicios de aquello que alguna vez fue eterno. Estrategias de supervivencia que implican la pérdida de todo lo que alguna vez valió la pena conservar. Ya sólo queda tratar de no perder la memoria limpiando restos con la escobilla de pelos de algún animal difícil de matar. Llegará el día en que el cuerpo se canse de quemaduras y proteste, y entre en huelga, y desista, y considere que ya no vale la pena luchar por unos recuerdos poco nítidos, por una memoria melancólica y un porvenir de pura ilusión. Comenzará a cuestionarlo todo, su propia existencia le horrorizará o le parecerá absurda, cómica. Entonces quizá cambie de estado, a líquido o gas por ejemplo, elegirá no tener límites precisos ni forma estable, elegirá deshacerse para mezclarse y formar parte de todo y perderse en la multitud. El mismo cuento con otras palabras y con la misma falta de rumbo.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Puta (para hombres sensibles...)

Por Flora la Exploradora.


Esta noche no, te juro que ángel  no, seguro me siento más tierna en tus brazos, seguro parezco más frágil, mas desposeída… me pongo a tu altura, me invento una que hubiera querido ser tantas otras… ¡te juro que ángel no!




 Las noches húmedas que no distinguían amor de celo, de sexo, de eso que nadie admite:

 No se por qué, no quiero dormir sola, no sé por qué. Algún humano que quiera fingir un rato en la cama - reza mi cerebro a modo de invocación-.

 Podríamos ser apasionados, casi violentos, un sincero fuego contra fuego… decir cosas que no le contaríamos ni a nuestras amigas, esas que las mamas seguro nunca dijeron.

 Cualquiera  con un poco de personalidad y un par de méritos sencillos se aproxima al ideal… los conocidos amigos de los amigos, los que se vieron y nunca se  saludaron, los compañeros del secundario, los profesores de la facultad, los que inyectaron de sangre nuestros ojos, o los que se esforzaron demasiado y están en el momento justo y en el lugar indicado. Cualquiera y no cualquiera, no necesitan  tener ni siquiera la altura de fantasías, ni tampoco ser degradados al postmoderno nivel del “sex toy”.

 O se me ocurre algún amigo, de esos con los que siempre estuvo todo en orden y nunca nos atrevimos a desordenarlo… alguien con quien compartir el  secreto, uno incomodo que después nos encarguemos de barrer abajo del sillón de alguna casa.

 O quizás con  ese tipo que te conto un montón de problemas, si, ese que sabes que vino a jugar con la sensibilidad lastimera y enfermiza, al cual recibiste con un instinto maternal tan humano que seguro es falso, porque él tampoco quiere dormir solo, pero va a esperar que sucumbas víctima de tu nobleza… pero que a la hora de la verdad no es tal, y se pervierte en cada infinito detalle.

 Uno pretende ser francotirador y a la vez el vértigo de poder ser el  blanco, vivo y vulnerable Hormonas mezcladas con noche, noche mezclada con bruma: receta perfecta para el hastío de los excesos, necesidad de perder la conciencia del algún modo, de sacarse toda esa ropa que es la carne, que es la persona, que sangra con lo que esperan de nosotros, y con el multi-yo que se pretende ser.

 Satisfacer ese equilibrio en el cual lo único que se quiere es un trueque de sexo por sexo, una mínima de respeto, y alguna poca más de insolencia… Una provocación directa un arrojarnos a un mar de sabanas y baba, un mar tibio pegajoso en el cual sentirse succionado, vengado -quizás-  después de tanto prostituir el espíritu a cambio de orgia.

 Pero, por sobre todo, no quiero dormir sola, con olor a resaca y un frio desértico que roza el fracaso y la patada del  autoestima  doliendo en la nuca.

martes, 7 de septiembre de 2010

Cristales

Por Spaghetti.


Aparece como algo todo amontonado y de golpe . encuentro este momento entre la ansiedad y mi locura prolongada ya. Apurado pq siento el pulso q vuela y como dije: todo de golpe se pone en contacto mientras se acomoda p surgir y empezar de nuevo. otra y otra paranoia en mi mente ,atormentada por nada, pq mi verdad, en realidad, no es algo q alguien necesite escuchar para sentirse bien o satisfecho. Asiq no te cuento nada, pero pobre aqellos que lleguen hasta aca y no se den cuenta, soy mejor q vos, pq observo y doy constancia. Soy patetico y peor q vos pq no lo entiendo y no me sirve para nada si es q lo se. No me interesa mas q el eogismo q me encierra, q no me devuelve, q no me hace bueno, q me hace un forro. No confio en las palabras de nadie, ni en las mejores ni en el mas acertado vendedor de ideas. Me mareo en la calle. Se te mete en la piel, la ciudad no te miente y la sentís ahí en la sien. Te acaricia y te dice despacito q todo va a estar bien, vos caminas y vas despreocupado. Aturdido pq la calle esta podrida, tiene mal aliento; anoche llovió y esta toda tapada. Ese es el veneno que te toca cada vez q le pones un tilde al asunto. Preferís decirle así pq el tema de el compromiso te da un poco de vértigo. Y vos por nada del mundo. El otro día te diste cuenta en una situación incomoda hasta las pelotas y de alguna manera había q zafar. Mentiste y te cagaste en esa persona. La lealtad es impresionante y te llega pero de compromiso no, y por eso actuaste así, y por eso sos así , tu experiencia te dice q desde hace mucho hasta siempre hay q ser un forro. Un poco nada mas. Seguís y al rato tenes q andar en otro lugar , de vuelta en la calle y observas todo alrededor. te cruzas con todo lo q no te importa pero cada vez q lo ves te deja con un vació inmenso, “para q mierda todos estos edificios q nos atentan" . ¿a donde están los maniáticos? Esos q explican mundos dice una canción por ahí desde atrás, se escucha desde lejos o crees q la tenes pegada ya en todo el papel que se te mete en el cerebro. Es de dia y esta nublado pero para vos es lo mismo que si estuviera soleado ,es q no hay nada lisérgico en el aire. Estas Masticando al miedo pq no te gusta lo q ves, estas masticando al miedo mientras tu cabeza rechaza al mundo real , estas masticando al miedo pq venis mandibuleando. es q no queres meterte en ese paso a paso, es inevitable pq te deja ahí, te atrapa como un huracán y te deja en cualquier lado. Diapositivas , luces, o flashes, o todo junto. Esta por llover y hay truenos , vas a tener frio y te vas a enfermar . las nubes te agarran cuando estas volviendo a tu casa mientras buscas algun lugar q te de un poco complicidad para vomitar y encontrarte de nuevo con el asco que sale de tu boca. en la calle no esta pasando nada y dejas q se vaya con lo demás, con la nada. Por un rato volves a ser parte de toda esa basura q queres dejar. afuera de vos existe algo que te invita pero vos ya no necesitas una explicacion.

martes, 17 de agosto de 2010

Mañana

El chocolate embarraba las canaletitas de sus dígitos
 y en silencio lengüeteaba las copas agrias del vino
 que llegó tan puntual e imprudente,
 como su marido,
 al día siguiente.

Juan Carlos Carroña. 

miércoles, 23 de junio de 2010

No sabes bailar fuera de la tribu.

Por Juan Carlos Carroña.

La otra noche le dije todo sobre ti a una extraña. Bueno, no es que estábamos en una cabina telefónica ni tampoco que me crea un superhéroe, solo le quería ayudar con una buena receta para verla transformase frente a mi...
 Nisiquiera me divierten los magos, pero en el momento sólo podía pensar en magia, y en esa que no tiene magos, que es natural, como yo... Pues, justamente, necesito reciclarme antes de que el desastre se convierta en mi...
Lo que pasa es que ya no soporto el ritual o quizás la maña se olvido de mi o quizás se me ven las arrugas tan profundas cuanto la cobardía, o quizás solo fue la misma magia que se llevó mis encantos a otro circo, mas popular y mas hipócrita que yo, pero me gusta pensar que "quizás" ya no lo soporte, que necesite encontrarte, enjabonarme todo y secarme en ti hasta quedar transparente y vulnerable... Y no es que mis hormonas se hayan desorbitado, solo que odio esto, todo esto, así me salga bien lo detesto, yo no quería comprarlo así, toda esta seducción falopa me irrita y tengo que sonreír para ella, primero mostrar mis dientes para que se acondicione a la mordida, así debe funcionar; como un ascensor, mis articulaciones suben y bajan cervezas y cigarros... Ella no los necesita, y no es porque prefiera las escaleras sobrias y seguras sino que conoce esta música y la está bailando divinamente, engañándose y simulando, hasta parece que le gusta, que en el camino va a pisar el triple de baldosas que yo... Y no culpo a sus pasos, es que prefiero el camino recto, pisando la grama, atravesando el parque con sus arboles y bichitos y ruiditos, sin la burocracia impotente de las veredas con sus bocinas y sus humanos... Voy a soportar, voy a sobrevivir, a redimirme a la utopia... Es solo seguir meneando el culo, la coreografia es aguda y el ritmo ensordecedor.
 A veces pienso que pienso mucho, que podría seguir hasta el fin del mundo solo para sentarme y ver como comenzar otro...
 Debe ser por eso que estoy sentado en el respaldo de este banco, escribiéndote, solo para ver un poquito mas lejos que vos...

sábado, 19 de junio de 2010

hiper imperativo.

Por Flora la Exploradora.

El mareo, la náusea, la sensación de que el mundo corre muy rápido…


Mucha información que bombardea, escupe a los sentidos y detona mil minúsculos pensamientitos que se reproducen y proliferan cual bacteria en reproducción, tan rápido, un montón de maíz en el microondas explotan… y el mareo

La invasión, y el eje se turban, se vuelve violento, impaciente… el stress, ese invento fugitivo, ese detonante al cual yo llamaría de otro modo…

Las cajoneras gigantes de guardar personas, esas latas gigantes de gente que reacciona a estímulos semejantes, el mundial, el día del padre, el hoy original prefabricado… ese griterío que te sigue haciendo tic tac, que te vuelve a correr, y corre… y no se calla..

Se convierte en búsqueda, en segundo de paz dura, no cabe ni un alfiler en este cerebro, no cabe culpa del multimedio, de la muchedumbre, de esa violencia que te corre y te alcanza  y te torna parte de lo mismo…

No te deja ser…

Dos o tres líneas escritas a pulso muestran cómo te corre…
El mareo, la náusea, el eje, el espíritu se toma vacaciones y deja en su lugar una mente saturada enferma, que entiende perfecto cómo funcionan las ciudades

Y que corre...

Te corre

Esa nausea, producto del mareo, esa baba, producto del insomnio, del innatismo, del hip hop, de lo digital, nausea- hipo, mareo...
Los gritos, te corren…

Abrís la puerta y caes en  el ring que solo existe para knok out. Hasta mañana, que duermas bien.

Desmayo.



Abrís los ojos, y empezas a correr de nuevo.

martes, 15 de junio de 2010

Buscando pretextos

Por Gelatina Mexicana.



- Pensaba en esos seres supuestamente sin género definido, algo tendrán que haber pensado para ponerme ese nombre. Seguramente los ángeles viven pisando un hilo que flota en el aire, el límite entre lo celestial y lo infernal, pasan su tiempo meditando desde ahí o sólo se posan como aves, observando. Es muy fácil distraerlos y hacerlos tambalear, sólo se necesitan buenas mentiras y verles el corazón a través de los ojos, por eso ellos(as) evitan mirar a los ojos a toda costa. Son seres al mismo tiempo frágiles y resistentes, pero todo su ser es siempre una ausencia, son el intermedio exacto entre cualesquiera extremos. Su ser indefinido contiene todos los opuestos que existen, en ellos todos estos polos se anulan mutuamente. Por eso son inclasificables, incalificables, ambiguos. Se necesita cierta astucia para cautivar la mirada de un ángel, pero desgraciadamente no es una tarea tan difícil. Cuando alguien lo logra puede leer en sus ojos y saber el secreto que esconden, eso los hace perder el equilibrio. Cuando se desestabilizan y caen, la mayoría de las veces  pueden volver volando con sus alas a posarse en el hilo infinito que pende en el aire. Pero si alguien logra ver en su interior enteramente, puede invadir su alma y ahogarla en un hipnotismo demasiado fuerte, entonces si caen… caen, caen más y más. Sin que lo perciban sus alas se empiezan a quemar o a congelar por la velocidad y el aire diferente, de una u otra forma dejan de ser ángeles para siempre. Se convierten en seres distintos, que han aprendido del despojo de ellos mismos, seres duros y sin lágrimas, que no conocen su pasado y entonces mienten, inventan para buscar su lugar en el nuevo y hostil ambiente. Al principio consiguen hacer relaciones intensas y efímeras porque ya no pueden acceder a su propia profundidad. Después de algún tiempo quedan presos de ellos mismos porque olvidan todo tipo de lenguaje, y en su lugar les nacen impulsos de agresión que no pueden expresar, les lastiman las entrañas cortándoles como si hubieran tragado un licuado de vidrio, desde dentro. El ambiente de perpetua polvareda les recuerda cada minuto que están perdidos en un lugar y un tiempo misteriosos, caminan con dificultad por senderos áridos helados o ardientes en los que no existe agua ni sol. Al encontrarse con otro ser en el camino, sienten el dolor más intenso y terrible, dolor de impotencia y de deseos inalcanzables, se detienen porque sienten sus presencias pero no logran verse mutuamente por el polvo que vuela y el que tienen dentro de los ojos, se quedan inmóviles uno cerca del otro y cuando el dolor los ha cansado más de lo que soportan, comienzan con gran esfuerzo a moverse lentamente para seguir caminando solos con mayor dificultad. En el final de sus días dan un último paso y transpiran su última gota de fluido vital, permanecen unos minutos como estatuas de polvo mientras el aire se los va llevando hasta que desaparecen.

lunes, 7 de junio de 2010

10 MINUTOS ENCONTRADOS EN UNA BOTELLA FRENTE A LA VENTANA DEL NARANJO.

Por "El Satánico Marcos Vega".
 

2:25 hs. de un jueves 3 de junio.

Todos los trabajadores van y vienen con sus martillos y sus palas,
Están construyendo un puente entre dos veredas de esta altura.
¿Qué es lo que piensa ese joven cuado me ve debajo del joven naranjo?

¿A quien espera apoyado en la verde columna?
¿Mi amor pensara en mí como un caracol que siempre se adorna?

La mujer de tacos molesta de nuevo apagando la luz de los pasillos.
Se me acaba el tiempo.
Me reí una vez por no saber a donde ir.
Pregunté en la ventana del naranjo donde estaría.
Y hoy que lo tengo, no esta conmigo.
Los trabajadores siguen sin cesar con sus martillos y sus palas.


2:35 hs de un jueves 3 de junio.

EL VIEJO DEL COLECTIVO

-Tome señor un chupetín.
- No gracia, pero tome mi dinero.
- Déle, tome, tome, se lo dejo, es mi trabajo.
- No, déjelo.

-         Tome señora un chupetín.
-         No gracias. (ella da unas monedas)
-         Por favor, se lo pido, tómelo.
-         No…no.

-   Señorita, sírvase…

-   No, no, tome …

-¡Gracias señores pasajeros, y disculpen las molestias!

 Todos con sus caras, a la altura de las ventanillas.



EL QUE ESTA CON UNA FUERTE TRISTEZA

Se tapa,
Tiembla un poco,
Sueña con un piececito.
Escucha el despertador,
Abre los ojos,
Estira la mano,
Lo apaga.
Le corre un escalofrío,
A sus pies y el esqueleto de su cama.
Sueña con miles de piececitos.
Tiembla otro poco.
Se vuelve a levantar,
Toca su panza,
Abre las cortinas de la ventana,
Baja al baño,
Cierra la puerta del baño.
Y empieza a cantar,
La casa esta vacía.


 Y NOSOTROS DOS, SOLO  NOSOTROS. ( a La señorita Melania Stehli )

Se tapa,
Mueve sus piecitos buscando calentarlos.
Ella los acerca.
Escucha el despertador.
Aprieta los ojos,
Ella lo apaga.
Le corre un escalofrío,
Una mano lo acaricia,
Sueña con mieles de caricias.
No se levanta,
Tuerce su cuerpo,
Tiembla otro poco.
Ella toca su panza.
Cierra las cortinas de la ventana.
Baja hasta su vientre, y
Empiezan a besarse.
La casa.
Las sillas.
El ropero.
Las ventanas.
El televisor.
La plaza de enfrente.
Los transeúntes.
Los autos.
Los perros, los árboles, los juegos, las vaquitas, los yermos, los paramos, los bosques, las montañas, los días de sol, las nubes pasajeras y las no,
Los satélites, al oeste, al sur, al este, al  norte, lo cerca, lo lejos, lo visible, lo no visible, Todo...Todo…Todo.

jueves, 3 de junio de 2010

Sopa de cascaritas.

Por Juan Carlos Carroña.

 
Capítulo I : Tempero.





¿Qué pasaría en caso de que el mundo se desintegre? Como mierda voy a saberlo…


Y es aquí cuando nuestro cerebro abre el desagüe en medio de la oscuridad para vaciar esta piscina incontinente de dudas. Es una lástima que solo recordemos los recortes que pudimos tironear a la realidad de un sueño.


Lo poco que logró conquistar la memoria tiene que ver con una experiencia mas emocional que táctil, mas poguera que talentosa... o algo asi...


“La física había cambiado y el físico también, todo cambia de forma de una manera cíclica, la marea sube, el mar se cansa de jugar al subi-baja, y expectantes en la inmensidad nos damos cuenta que el ciclo se rompió, se fué todo a la mierda, el viento se licuó en una sopa tóxica para los pulmones peludos que heredamos de manipulación genética, el mar se desgarra de a pedazos como una mandarina tibia entre los pulgares y nos salpicamos con un jugo naranja gusto a cuelgue que nos erociona la cabeza hasta que pegamos media vuelta y volvemos a casa mirando la alfombra de obligaciones que nos va marcando el camino”.




 En este trayecto somnoliente hacia el techo del cuarto, nos ahogamos en un reinado donde la gravedad dejó de hacer fuerza y se convirtió en una especie de faja veraniega de las cuarentonas, donde la transpiración es el billete y los granos la moneda, el fuego un juego de azar y quemados como vos tienen copyright… Todo esto nos sucede, pero aplicado sobre la piel de un personaje sin forma ni cara, una bolsa de sensaciones que te ayuda a alejarte de ti mismo… Lo voy a llamar Jorgito... o mejor no, vamos a hablar de él pero sin nombrarlo, cómo puede tener nombre un tipo que no tiene cara?.

 

 Es un estado emocional complicado el que atravesás com este muchacho, dicen que los chinos inventaron un sabor mas que no encaja ni en lo dulce ni salado ni amargo ni ácido y le llamaron umami. ”Jorgito se sentía como oliendose un pedo gusto a umami, solo y en medio del baño, revolviendo y revolviendo el pasado sin llegar nunca al grumo del entendimiento que acaba de detonar en una flatulencia absurda… imaginelo!, ya no podía distinguir los colores entre rugosos o estirados, entre sucios o anidados, se sentía verdaderamente mal esa noche, como sumergido en la viscosidad de ese mundo de mierda... umami es el sabor de sus molestias, sus angustias y el sabor del sol, ese símbolo del pasado insípido como un recuerdo borroso en la mañana.”



 “El sol, que primero dejó de asomarse a este predio maravilloso por entre las viseras de tus sueños, luego se apagó y lo convirtieron en leyenda para mas luego de varias generaciones pasar a ser una palabra sin sentido en el alfabeto, una simple combinación de caracteres que acabó con “El Sol” mejor que cualquier academia por mas real o española que fuera.”



  El día, en cambio, en esta colonia de almohadas humectadas fué diseñado a imagen y semejanza de Dios, las personas que viven aquí alaban ese momento de luminosidad… “Alguna estrella fugas rara ves les regala un día para salir a jugar como un niño feliz, para ver el mundo como vos, romper las barreras polarizadas del párpado y apreciar los dientes entremezclados en las sonrisas…” Pero claro, eso dura lo que un pedo en una caramelera... imaginarte el gusto a umami no es muy difícil después de comer uno de estos dulces…



  Jorgito ya no tenía esperanzas en los rayos ni relámpagos, hace años que son destellos ultravioletas que te hacen caer el pelo pulmonar y no te dejan respirar, pero sin embargo están a años luz de iluminar un día.

“Entre tantas sombras, nuestro personaje llega a casa luego de la caminata distraída por la costa y decide sentarse en el sillón para leer un poco de propagandas que tanto le divierten y estimulan su imaginación, y ahí como empotrado en la lectura y comiéndose las piernas como si fueran pochoclos, se acuerda de un comercial que heredó de la tía Marcia recién difunta hace escasas 3 media lunas… Busca la prosa, abre el estuche, saca la cajita y dentro de la bolsa arrugada y vieja fluorescente encuentra el braile llamado “Noche Buena, Comida Fácil”, el título lo impacta como un meteorito de ginebra y con los dedos rojos del cansancio se larga a leer quasi un ciego en baño de micro..., su organismo no logra sintetizar el título... Jorge es la noche y no lo sabe, se alimenta y vive en ella y no debe saberlo, este mundo no se comparte, es egoísta, es cuando el otro no es, es cuando no sos vos, y Jorge que no puede parar de leer deforestando el papel braile con los dedos como trinchetas sobre los relieves punzantes.”