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martes, 3 de noviembre de 2009

Que Dia

Por Matias Blank.

Era uno de esos días, esos días q se parecen interminables, esos días en q llegas al trabajo tarde y tu jefe te da trabajo de mas como castigo, el muy hijo de puta, me pasó su trabajo en realidad. Esos días en el q algún pelotudo se decidió a hacerte mierda el auto. Esos días en q tu mujer se decide a firmar los papeles de divorcio. Esos días en q llegas a tu casa y no tenés luz por falta de pago, abrís la heladera y con un encendedor te pones a buscar algo para comer mientras destapas una cerveza. Esos días en q te pones a pensar para q vivimos. Las cosas q aria yo con un calibre 22, capaz q una escopeta seria mejor. Estaba aburrido y solo… no se me ocurría nada p hacer. Me acosté, no tenia sueño, lo q tenia era calor, me levante. Quise salir a tomar aire. Camine dos cuadras y decidí regresar por el auto, aunque no quería verlo p no seguir amargándome. Ahí estaba yo, en ese garaje caluroso y húmedo, con mi mal humor, con ganas de colgarme de algún puente, con ganas de q un taxi atropelle al hijo de mil puta de mi jefe, al q me choco el auto, a mi mujer y al cornudo del abogado, aunque no descarto la idea de los fierros. Que día de mierda. Me subo y lo pongo en marcha, arrancó la porquería, eso ya era un alivio. Pero igual no descartaba la posibilidad de ponerle una bala entre medio de las cejas al q me lo había chocado. Q loco no? Parecería q me importa mas el auto q la turra de mi “ex”.

Martes, un martes a la noche, con un calor q rajaba la tierra, era las 2 de la mañana y no había un alma en la calle. Paré en una estación, cargué nafta y compre cervezas y cigarrillos, sí cigarrillos, hacia más de 5 años q lo había dejado, ya ni me acuerdo por q los dejé, ah sí! los deje cuando me case, parecía q esa era la condición para q ella me diera el si…la muy turra.

Di un par de vueltas, pero siempre era lo mismo…agarre la ruta, no tenia un lugar fijo para ir pero eso no importaba porque tiempo era lo q me sobraba. Prendí la radio p q me haga compañía. Me cruce con un auto, un volantazo dí, parecía q había salido de la nada, endemoniado el q manejaba, me quede pensando… seguro q el día de éste fue peor q el mío. Sigo unos km más, bajo las luces porque venia alguien caminando al costado del camino, desacelere para poder verla mejor, sí verla, era una mina, q era una mina y un par de piernas perfectas era lo único q pude ver. Seguí manejando, pare y pensé un poco, no la podía dejar ahí. Se me vino a la cabeza el de subirla, pero podía ser peligroso. Peligroso?? Q tanto daño me pueden llegar a hacer esas piernas. Hice marcha atrás, me puse a la par de ella, baje el vidrio y le pregunte si necesitaba q la llevaran. Ni me miro, seguía caminando, no parecía nerviosa o asustada, la reacción totalmente opuesta a la de la mayoría de las mujeres, cualquiera se pondría a gritar como una loca por más q este en el medio de la nada. Eso me sorprendió sinceramente. Pare el auto, me baje y corrí un poco para alcanzarla mientras pensaba en lo q estaba haciendo. La miré, con la poca luz de la luna q la iluminaba se notaba q estuvo llorando, tenia pintura negra de sus lagrimas en las mejillas. Morena de pelo negro, ojos hermosos, aunque no se veía el color, el color? Q me importa el color?? Si con ese cuerpo y ese vestido tendría q estar pensando en cualquier otra cosa, no en el color de sus ojos.

Le pregunte como se llamaba… me mira y se sonríe, no me dijo nada. Me presente yo, me mira y larga una carcajada, y sí, es chistoso mi nombre. Dijo q se llamaba Sofía, hermoso nombre… me pregunto si tenia un cigarrillo, menos mal q había comprado, le ofrecí fuego y me temblaba la mano. Yo tenía ganas de fumar, pero no quería prenderme uno, quería ese cigarro q estaba fumando ella, ese cigarro q había tocado sus labios, quería saber el sabor de su boca. Por cada pitada q daba yo me mordía los labios, el deseo era cada vez mas fuerte. No sabia si preguntarle por qué diablos estaba allí, sola, en el medio de la nada, pero las palabras no me salían. Lo único q hacíamos era caminar en silencio. Me pregunto hacia donde me dirigía, le dije q a ningún lado, le comente mas o menos de lo q había sido me día. Me mira y dice “hay cosas peores”. Me quede callado, tenia razón en lo q había dicho.

A lo lejos de esa noche oscura se veía un puente, un puentecito de mierda en realidad. Me toma de la mano, manos chiquitas y heladas, y me guía hacia debajo de ese puente, se para frente a mi, me mira, yo no se q hacer, son raras las cosas q estoy sintiendo, nunca me había sentido así. Sin dar vueltas y sin decir nada veo como esa boca se acerca a mí, no lo podía creer. Me besa, y q beso! De golpe se detiene y me vuelve a mirar a los ojos, como pidiendo algo más. La bese, pero ésta vez yo la besaba. Lo q empezó por besar sus labios termino en besarle el cuerpo entero. Tan fría por fuera pero tan caliente por dentro. Levanté un poco su vestido, termine sacándoselo, hicimos el amor ahí no mas. Todo era perfecto. La noche, el puente, ella…

Esas curvas. El sabor de sus labios. Ese pelo. Su olor. Sus gemidos, los más lindos q halla escuchado. Su voz… todo un conjunto perfecto.

Me despierto exaltado, pensando q todo era un sueño, pero no, seguíamos los dos debajo de ese puente, ya estaba amaneciendo. La miro, con la luz del sol asomándose, por dios! Parecía un ángel, q hermosa mujer, la toco p despertarla…y estaba mas fría q nunca.

No sólo sentí q había robado su cuerpo, sino también su alma.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

muy bueno che le clavaste termometro que estaba caliente adentro

Poe dijo...

nose a los demas pero a mi me parecio un toque bukowski, realismo sucio.. esta copado

Anónimo dijo...

si, un poco loco, pero copado..al final q paso? la mina se murio???

batman dijo...

fumas-?

Anónimo dijo...

Bien ahi con la necrofilia,matias-
el man se enpomo un fiambre-

Guason Villero.

Anónimo dijo...

muy bueno... buena narrativa.

pau dijo...

es un cable a tierra.
tenés maña...seguí así