Las migas
se reproducen sobre el mantel. Sobreviven a mis desinteresadas sacudidas.
El sol ya
se fue del balcón pero dejó impregnado su calor en los muros. Puedo sentirlo en la espalda, como persiste la cinética del mundo...
Su movimiento erecta los pocos pelitos que cubren mi piel y apuntalan una especie de atmósfera invisible que me protege.
Su movimiento erecta los pocos pelitos que cubren mi piel y apuntalan una especie de atmósfera invisible que me protege.
Puedo
olerme, hay tierra, pero es de otro barrio; también humo, de anoche, se
concentra en mi cabello junto a la pregunta de por qué te sigo esperando, si no
viniste…
Hoy me
despertaron dos evangelistas con el timbre, bajé para explicarles que no creo
en dios, pero en realidad lo que quería era darles un abrazo, creo que me hacía
falta a mí... Será la misma cinética que mueve al mundo?, este movimiento que aún
estando quieto, circula como sangre...
O será el
domingo?, o la falta de sueño junto a la posibilidad de dormir todo el día, o la idea del suicidio, es que.. es tan romántica esa idea del corchazo en el día libre, el
único día en que los humanos tenemos tiempo para quitarnos la vida, dormir sin
alarmas o comer sin platos.
Me gustaría
que si alguien lee estas palabras sienta que el cielo existe y está calmo,
cuidándonos del vacío y la oscuridad del mundo. Me gustaría que lo haga un
domingo a esta hora, cerca de las 4, donde comienza la tarde.
Me gustaría, también, que sea una pregunta, ¿Dónde comienza la tarde…?
Y eso sí que me gustaría, más que nada, que esta vez.. Seas vos...
Me gustaría, también, que sea una pregunta, ¿Dónde comienza la tarde…?
Y eso sí que me gustaría, más que nada, que esta vez.. Seas vos...
J.C.C.
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