Por Flora la Exploradora.
Buscamos, todo el tiempo, es decir, siempre esperamos encontrar, no nos importa que, queremos sorprendernos.
No importa donde lo seguimos buscando, en la niñez creemos que crecer es la respuesta, y años después se transforma en extraño vacío, siempre latente en el estómago, una especie de nostalgia, de angustia, de pregunta sin responder
Y a veces estamos más seguros que otras de que queremos respuestas, y la calma se torna monótona y seguro esa tranquilidad no es la respuesta; así que seguimos perturbándonos.
Y seguimos buscando
La claridad, respuestas que perseguimos y al obtenerlas no estamos seguros de su segura exactitud.
Nos llenamos de satisfacciones, pero el sensor sensible, líquido de nuestro centro se conmueve ante pequeños estímulos para retornar a las eternas preguntas que nunca están del todo formuladas.
Contemplamos todo lo todo que estuvo antes que nosotros, creyendo, quizás en las certezas del pasado, quizás no estaban tan alejados de las preguntas, pero con seguridad también habían nacido con ese vacío en las entrañas, con ese cosmos adentro, el que no sabe de qué polvo cósmico se habrá iniciado y que aún guarda la esperanza de que realmente exista una misión…
Y la pregunta de la misión es quizás también debida a un miedo que no deja ser al humano, porque no sabe si es correcta su existencia, si deberá rendir cuentas en algún momento. Porque no se atreve (quizás por su naturaleza etnocentrista disfrazada por costumbres a lo largo de siglos) a ser solo un engranaje en la maquina universal, peor aún, el humano actual no concibe dignidad en ser menos que un engranaje.
Y al mirar ese océano infinito de puntitos en un gran signo de interrogación que es el resto, el todo, el universo, sentimos los interrogantes tironeando umbilicalmente, desde adentro una implosión lenta, esa angustia, vida en muerte, muerte en vida, eterna pregunta que quizás afloje las rodillas.
Y seguimos buscando en todos lados un pedacito de contestación certera: en lo verde, en el agua, en el vino, la música, la palabra ,los ojos, las almas, el viento la tierra, la madre, el hermano…
Y son todos a veces sinónimos, pero los ruidos no te dejan escucharlos...
No sabemos como llegaste aquí, ni lo que estas buscando, pero esto es con lo que te vas a encontrar
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